9 de junio de 2010

Una estrella más, iluminará nuestro camino

Talcahuano, 6 de Junio 2O1O

Don Juan Leopoldo Sosa Ruiz;

Esta triste tarde de domingo, acompañado por el silencioso sol de otoño, me ha tocado la dolorosa misión de despedirte; como capitán de nuestra querida Quinta Compañía, en la cual dejaste sin duda alguna, una huella imborrable.

Un legado lleno de sabiduría, en la que a menudo descansábamos con seguridad, para tomar nuestras mejores decisiones. Un recuerdo siempre presente en nuestros momentos de elección.

Invariablemente firme en tus convicciones, así como también respetuoso;
a veces severo, pero siempre amable. Amigo de la jerarquía y de la disciplina, perfeccionista en tus deseos para nuestra compañía y siempre dispuesto a enseñarnos, lo que con tu admirable experiencia, considerabas lo mejor para la querida Quinta.

Tu paso por la “Bomba Chile”, siempre será recordado y sin duda los reconocimientos y honores que te esperan serán más que merecidos; ya que, en vida, la modestia fue otra de tus grandes virtudes.

Estas son solo parte de esas huellas imborrables, las cuales serán nuestra guía y el ejemplo a seguir para nuestras futuras generaciones.

No basta con nombrar tu extensa trayectoria, en la que por 65 años serviste sin vacilaciones a tu querido puerto, pero si tal vez, con escuchar a quienes tuvieron la suerte de compartir contigo una época de transiciones. Desde el romanticismo del bombero “caballero del fuego” hacia el comienzo de los profesionales de la emergencia.

Se reconocer en ellos, quienes estuvieron bajo tu mando, la mirada de orgullo por haber tenido la oportunidad de llamarte capitán durante 17 años seguidos, y más tarde comandante; como tu padre, Don Juan Guillermo Sosa Severino. Siendo una vez mas tu sabia elección, darle paso a otras generaciones para que estuvieran preparadas para enfrentar los nuevos retos que se acercaban con el paso del tiempo.

Tu paso lento y seguro, tu estampa llena de elegancia ya no estará mas en nuestros salones, pero si en nuestras memorias, como un recuerdo calido y feliz. No olvidaremos tu silueta, ni tu presencia.

En nuestro cuartel, el que nos enseñaste a adorar y respetar, estarás por siempre presente. Y en nuestros corazones la presencia de un modelo que no perderemos jamás, ese es nuestro compromiso...
Como hombre pude conocer y admirar tu generosidad, amabilidad, y alegría; sobre todo compartiendo aquellas ricas tardes estivales, bajo el parron de tu casa de campo, entre lomas y verdes pinos, como repetía la canción. Tuve además la posibilidad de compartir como un integrante mas de esta exquisita familia, a quienes hoy nosotros acompañamos, entregamos nuestro apoyo y acompañamos en sus sentimientos de duelo.

A tu querida esposa, Tía Silvia, la tranquilidad de haber compartido con él una vida plena, llena de felicidad y dulces momentos, que dejan como prueba viviente a sus dos hijos, y sus dos nietos.

A tu Hija, María Lizzie, la prima, el recuerdo de un padre cariñoso y dedicado, recuerdo suficiente para dejar un dulce sabor en nuestras memorias.

A tu hijo, Juan, mis agradecimientos, por tus consejos siempre oportunos y apoyo constante, solo así puedo pararme aquí y entender parte de lo que fue compartir una vida con nuestro querido “Tío Juan”.

Para la familia, tus hermanos y hermanas, sobrinos, primos y nietos, quienes conforman el reflejo mas cercano de lo que con orgullo llamamos la “Familia Quintina”; nos queda la tranquilidad que Don Juan nos esta mirando con felicidad desde aquel lugar en el que todos queremos encontrar nuestro descanso eterno.

Como evitar pensar, en estos tiempos difíciles, después de ser afectados por el rugido de la naturaleza y ver nuestra ciudad, tu ciudad, en el suelo y el dolor en el rostro de quienes vivimos esta dura prueba, que esta triste partida es otro lamentable golpe del cual costará recuperarnos. Pero sin duda el espíritu fuerte de nuestro Voluntario Sosa nos guiaría prontamente a seguir adelante, y continuar con nuestro ánimo de mejorar día a día.
Yo, en lo personal, lo veo como una estrella mas en el cielo, para guiar nuestro camino en los momentos difíciles, de introspección y recogimiento.

Don Juan llega ahora, a unirse con nuestros grandes bomberos Quintinos… grupo del cual es ahora dignamente merecedor…
Como su querido padre, Don Juan Guillermo Sosa…
Como el Doctor Don Luis de la Cerda Shuyler…
Don Fernando Etcheverry…
Don Eduardo Saldes Peres de Arce
Don Ariel Duffau Galvez…
Don Pedro Vidal, y muchos otros grandes nombres que aun se mantienen vivos en nuestros corazones…

Que difícil es elegir las palabras para despedir a alguien de tu categoría, un GRAN QUINTINO, pero tal vez, en estos momentos no es necesario hacerlo, despedir suena muy frío para lo que siento, recordarte se acomoda mas a lo que quiero. Recordarte como lo hemos hecho estos últimos días.

Como olvidar tu inconfundible voz, la cual siempre seguimos con mucha atención, sobre todo en los momentos en los que acudimos por tu consejo. Hoy recuerdo en especial una tarde de verano, en la cual tu y tu hermano, el Tío Pepe, me entregaban sin duda el consejo mas sencillo y potente al saber de mi nuevo reto como capitán al mando de la compañía:
“un buen capitán siempre hace respetar la disciplina…” Así se hará, y de una manera cada vez mas notoria.

Seguramente hoy al retornar a nuestro cuartel, y cuando nos disgreguemos como de costumbre, sentiremos tu ausencia mas fuerte que nunca; pero en el silencio encontraremos la tranquilidad, y en la tranquilidad encontraremos el consuelo para nuestra pena, ahora solo nos queda honrar tu memoria.

En nombre de los que integramos la Quinta Compañía “Bomba Chile” del Cuerpo de Bomberos de Talcahuano, sus cadetes, aspirantes, voluntarios y oficiales; querido Capitán y Comandante, te rendimos este ultimo homenaje. Nos formamos firmes y seguros, frente a la que será tu morada final, la que te cobijará por la eternidad, y en donde con suerte algún día nos encontraremos.

Brillante Capitán, Querido Tío Juan, respetado Comandante... Estimado Voluntario, Don Juan Sosa Ruiz, Descansa en paz".




Jorge Ramírez Montecinos
Capitán Quinta Compañía