15 de marzo de 2010

Rescatando lo último del Cuartel Central

La vida humana siempre va por sobre las cosas materiales. Es algo natural y que no tiene discusión alguna. Aún así los recuerdos, emociones y sentimientos que afloran cuando se aprecian aquellos lugares que han sido importantes en nuestra vida y que ahora se encuentran en un estado de evidente destrucción, hacen que cada uno de nosotros tenga un dejo de pena y desazón en el corazón.

El Cuartel Central, casa de muchos de los que hoy están en el rango medio y más alto de nuestra antigüedad; casa actual de la Primera, Segunda y Tercera Compañías, casa e ícono del mando bomberil en nuestra ciudad, y dónde para nuestra compañía se forjaron esos sueños de independencia que hoy podemos gracias a muchos, vivir.

La Central tenía un ambiente distinto. Sencillamente era el "Hollywood"de las grandes estrellas bomberiles de nuestro puerto, y el que no había pasado por aquellos pasillos y recovecos no conoce realmente de la mística que encerraba el edificio. Historias por montones; de penas, de travesuras, de fantasmas, de mitos y leyendas de bomberos; de tantos hombres y mujeres que han pasado por esta institución y que dejaron su huella y su legado a fuego en cada muro, en cada puerta, en cada rincón.


La Central hoy yace en medio de un puerto desordenado por el mar y zamarreado por la tierra. Siendo fiel hasta el final resiste de sus grandes daños estructurales. Dentro de él se respira un aire espeso y cargado de recuerdos. No hay muro ni corniza que tenga hoy una grieta.

Se nos encargó volver al centro a buscar nuestra central de comunicaciones, inaugurada de forma reciente y para lo cual se le debieron realizar al Cuartel algunas modificaciones que dieron alegría a las telefonistas por tener un mayor espacio para realizar su trabajo. El desarmar todo ahora tenía un sentido sublime que lo asumimos con especial respeto, no sólo por el edificio en sí, sinó que por nuestros compañeros de las compañías que hoy quedan sin casa, con todo destruído y con sus recuerdos de bombero enterrados bajo el sedimento del mar.

Sólo por eso hoy podemos dar ánimo y levantar a nuestro puerto con ganas, y unidos lograr nuevas y mejores cosas para proteger como Cuerpo de Bomberos a esta ciudad que se levanta de entre los escombros.